Un hombre dijo una vez a al-Baráa ibn Ázib, “¿Acaso huiste en el día de Ḥunayn, O Abu Umára?” Él respondió:
“Puedo testificar que el Profeta de Allah ﷺ no retrocedió. Más bien, fueron algunos jóvenes apresurados los que se reunieron, sin las armas y preparación adecuadas, un grupo de Hawāzin y Banu Naḍīr.
Ellos (el enemigo) eran excelentes arqueros, y les dispararon una descarga de flechas que expusieron [sus filas]. La gente se volvió [por ayuda] al Mensajero de Allah ﷺ, cuya mula estaba siendo dirigida por Abu Sufyān b. Harb.
Él desmontó, oró e invocó la ayuda de Dios. Lo que dijo fue:
“Yo soy el Profeta; Esto no es mentira. ¡Soy el hijo de ‘Abdul-Muṭṭalib! ¡Allah, envía tu ayuda!
“Por Allah, cuando la batalla se volvió feroz, buscábamos protección detrás de él, y [sólo] el más valientes entre nosotros podría estar a su lado [en la batalla].”
جاء رجل إلى البراء، فقال: أكنتم وليتم يوم حنين يا أبا عمارة؟ فقال:
أشهد على نبي الله صلى الله عليه وسلم ما ولى، ولكنه انطلق أخفاء من الناس، وحسر إلى هذا الحي من هوازن، وهم قوم رماة، فرموهم برشق من نبل كأنها رجل من جراد، فانكشفوا،
القوم إلى رسول الله صلى الله عليه وسلم، وأبو سفيان بن الحارث يقود به بغلته، فنزل ودعا واستنصر، وهو يقول: أنا النبي لا كذب… أنا ابن عبد المطلب اللهم نزل نصرك
قال البراء: كنا والله إذا احمر البأس نتقي به، وإن الشجاع منا للذي يحاذي به، يعني النبي صلى الله عليه وسلم