De Yarír ibn Abdullah que dijo:
“El Mensajero de Allah ﷺ no me impidió que me sentara con él desde que acepté el Islam.
Siempre sonreía cuando me miraba. Una vez me quejé con él, ya que no podía andar a caballo y me dio un leve golpe en el pecho y le suplicó a Dios, diciendo:
‘¡Oh Dios! Sujétalo, y conviértelo en una persona que guíe a los demás y que sea una fuente de orientación.’”
عن جرير بن عبد الله رضي الله عنه قال:
«ما حجبني النبي صلى الله عليه وسلم منذ أسلمت، ولا رآني إلا تبسم في وجهي. ولقد شكوت إليه أني لا أثبت على الخيل، فضرب بيده في صدري وقال « اللهم ثبته واجعله هاديا مهديا ».»