Estábamos cavando la trinchera cuando llegamos a un inmensa y dura roca la cual no podía ser rota por las picas

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De Al-Baráa ibn Ázib que el Mensajero de Allah ﷺ dijo:

Estábamos cavando la trinchera cuando llegamos a un inmensa y dura roca la cual no podía ser rota por las picas.
La gente se quejó de ello ante el Profeta ﷺ. Cuando la vio tiró a su lado su manto, tomó el hacha y dijo:
“Bismillah” la golpeó una vez y un tercio de ella se rompió. Él dijo:”Alláhu akbar! Me han sido dadas las llaves de Siria, y por Alá, yo puedo ver ahora sus palacios rojos.”
Luego la golpeó una segunda vez y otro tercio se rompió. Entonces dijo:
“Aláhu akbar! Me han sido dadas las llaves de Persia, y por Alá, puedo ver el palacio blanco de al-Madaa’in.” Luego la golpeó una tercera vez y el resto de la roca se rompió.
Entonces dijo: “Aláhu akbar! Me han sido dadas las llaves de Yemen, y por Alá, puedo ver ahora las puertas de Sanaa desde mi lugar.

Ibn Hayar clasificó este hadiz como aceptado.

عن أبي هريرة رضي الله عنه عن النبى -صلى الله عليه وسلم قال:

«كان حين أمرنا رسول الله صلى الله عليه وسلم بحفر الخندق عرضت لنا في بعض الخندق صخرة لا نأخذ فيها المعاول، فاشتكينا ذلك إلى النبي صلى الله عليه وسلم،
فجاء فأخذ المعول فقال : بسم الله، فضرب ضربة فكسر ثلثها، وقال : الله أكبر أعطيت مفاتيح الشام، والله إني لأبصر قصورها الحمر الساعة،
ثم ضرب الثانية فقطع الثلث الآخر فقال : الله أكبر، أعطيت مفاتيح فارس، والله إني لأبصر قصر المدائن أبيض،
ثم ضرب الثالثة وقال : بسم الله، فقطع بقية الحجر فقال : الله أكبر أعطيت مفاتيح اليمن، والله إني لأبصر أبواب صنعاء من مكاني هذا الساعة».

حسنه ابن حجر.