De Qais Ibn Abu Hazim, que dijo:
“Entramos a visitar a Jabbáb Ibn Al Aratt que estaba enfermo y se había hecho siete cauterizaciones. Y dijo:
«Ciertamente, los compañeros que nos precedieron murieron sin que los placeres de este mundo les disminuyeran nada su anhelo por la otra vida.
En cambio nosotros hemos reunido tanta riqueza de más que no encontramos un sitio para guardarla, más que bajo tierra. Y si no fuera porque el Profeta ﷺ nos prohibió pedir la muerte, la pediría».
Tiempo más tarde, fuimos a visitarle otra vez, encontrándole en esta ocasión construyendo una pared.
Nos dijo:
‘El musulmán recibe recompensa de Allah por cada cosa en la que gasta, excepto aquéllo que construye sobre esta tierra(lo que es más de su necesidad».
عن قيس بن أبي حازم، قال:
دخلنا على خباب بن الأرت – رضي الله عنه – نعوده وقد اكتوى سبع كيات، فقال:
إن أصحابنا الذين سلفوا مضوا، ولم تنقصهم الدنيا، وإنا أصبنا ما لا نجد له موضعا إلا التراب ولولا أن النبي – صلى الله عليه وسلم – نهانا أن ندعو بالموت لدعوت به.
ثم أتيناه مرة أخرى وهو يبني حائطا له، فقال: إن المسلم ليؤجر في كل شيء ينفقه إلا في شيء يجعله في هذا التراب.