De Aisha que dijo:
No recuerdo a mis padres sino creyendo en la religión (verdadera) y nunca pasó un día sin que el Mensajero de Allah ﷺ nos haya visitado en ambos extremos del día, en la mañana y en la noche.
Cuando los musulmanes empezaron a ser probados (en su fe al ser perseguidos) Abu Bakr abandonó La Meca para emigrar a Abisinia. Cuando llegó a Bark al Ghimâd(Un lugar a 140 Kms. de La Meca, hacia el sur, camino al Yemen) se encontró con Ibn Al-Dagina, señor de la tribu de AlQára, quien le dijo: ‘¿Dónde te diriges Abu Bakr?’
Abu Bakr respondió: ‘Mi gente me ha expulsado por eso quiero deambular por la tierra y adorar a mi Señor’. Ibn Al-Dagina dijo:
‘En verdad que la gente como tú no debe salir ni ser expulsada. Tú ayudas al menesteroso, mantienes las relaciones familiares, ayudas a los débiles y a los pobres, das hospitalidad a los huéspedes y asistes a los azotados por las calamidades. Por eso, yo seré tu protector; vuelve y adora a tu Señor en tu tierra’.
Abu Bakr volvió acompañado por Ibn Al-Dagina. Ibn Al-Dagina visitó por la noche a los nobles de Quraysh y les dijo:
‘Las personas como Abu Bakr no deben salir ni ser expulsadas. ¿Expulsaréis a un hombre que ayuda al menesteroso, mantiene las relaciones familiares, ayuda a los débiles y a los pobres, da hospitalidad a los huéspedes y asiste a los azotados por las calamidades?’
La gente de Quraysh no pudo negarse a la protección de Ibn Al-Dagina y le dijeron:
‘Ordena a Abu Bakr que adore a su Señor en su casa; que rece en ella y que recite lo que quiera. Que no nos moleste con ello y que no lo haga públicamente, pues tememos que seduzca a nuestras mujeres e hijos (con el Islam)’.
Ibn Al-Dagina dijo eso a Abu Bakr y él quedo así adorando a su Señor en su casa. No hacía sus oraciones en público ni recitaba fuera de su casa.
Luego Abu Bakr tuvo una idea y se construyó una mezquita en el patio delante de su casa. En ella rezaba y recitaba el Corán, por lo cual se juntaban a su alrededor las mujeres de los politeístas y su hijos, extrañados de sus acciones y mirándolo continuamente.
Abu Bakr era un hombre propenso al llanto; no podía contener las lágrimas al recitar el Corán. Eso alarmó a los nobles de Quraysh de entre los idólatras; así que enviaron llamar a Ibn Al-Dagina y este acudió a su llamado. Le dijeron:
‘Nosotros aceptamos tu protección sobre Abu Bakr con la condición de que adore a su Señor en su casa; pero él ha violado esa condición. Se ha construido una mezquita en el patio delante de su casa y allí reza y recita el Corán públicamente. Nosotros realmente tememos que seduzca a nuestras mujeres e hijos.
Prohíbele, pues, que lo haga. Si quiere limitarse a adorar a su Señor dentro de su casa que lo haga; si no desea más que hacerlo en público dile que te libere de tu compromiso, pues nosotros detestamos romper el acuerdo contigo y tampoco aceptamos que Abu Bakr actúe así en público».
Aisha agregó: ‘Ibn AlDagina fue ante Abu Bakr y le dijo: ‘Sabes bien lo que acordé contigo. Más vale que te limites a eso o, si no lo deseas, me liberas de mi compromiso, pues no quiero que los árabes escuchen que mi gente no cumplió un compromiso de protección que yo ofrecí a un hombre’.
Abu Bakr le dijo: ‘Te libero de tu compromiso de protección y me conformo con la protección de Dios’.
En esos días el Profeta ﷺ aún estaba en La Meca. Un día dijo el Profeta ﷺ a los musulmanes: «Se me mostró el destino de vuestra emigración: Es un lugar con palmeras y situado entre dos elevaciones de roca volcánica» –que son las dos ‘hârra’ de Medina.
Y la gente emigró a Medina; y la mayoría de los que estaban en Abisinia volvió (para ir) a Medina. Abu Bakr se preparó para ir a Medina; pero el Mensajero de Dios ﷺ le dijo:
«Espera un poco, pues yo espero que se me dé autorización». Abu Bakr le dijo: ‘¿Realmente esperas eso? ¡Que mi padre y mi madre sean tu rescate!’ El Profeta ﷺ le respondió: «Sí».
Así pues, Abu Bakr esperó al Mensajero de Dios ﷺ para acompañarlo. Durante cuatro meses alimentó a dos camellas que tenía con las hojas del Samur, que caen al golpearlo con un palo’.
Aisha añadió: ‘Un día, que estábamos sentados todos en la casa de Abu Bakr al mediodía, alguien le dijo a Abu Bakr: ‘Aquí está el Mensajero de Dios ﷺ con la cabeza cubierta en una hora en la que nunca antes nos visitó’.
Abu Bakr dijo: ‘¡Que mi padre y mi madre sean su rescate! Lo que le ha traído a esta hora seguro es un asunto importante’.
El Mensajero de Dios ﷺ llegó y pidió que se le reciba y se le permitió entrar. Entonces el Profeta ﷺ dijo a Abu Bakr: «Dí a todos los presentes que salgan».
Abu Bakr le dijo: ‘¡Pero son (como) tu familia! ¡Que mi padre y mi madre sean tu rescate Mensajero de Dios!’ El Profeta ﷺ dijo: «Pues se me ha ordenado salir (hacia Medina)».
Abu Bakr le dijo: ‘Pido ser tu compañía Mensajero de Dios’, y el Mensajero de Dios ﷺ le dijo: «Sí». Entonces Abu Bakr le dijo: ‘Toma, pues, una de mis dos camellas’ y el Mensajero de Dios ﷺ le dijo: «Pagando su precio»’.
Aisha agregó: ‘Así es que las preparamos rápidamente y les preparamos provisiones en una bolsa de cuero; Asmáa cortó un retazo de su faja y con él amarró la boca de la bolsa, por eso la llaman «la de las dos fajas».
Luego el Mensajero de Dios ﷺ y Abu Bakr se refugiaron en una cueva del monte Zawr y se quedaron allí tres noches, en las cuales los acompañó Abdullah bin Abi Bakr, que era un muchacho muy despierto e inteligente.
Los dejaba al amanecer de manera que en la mañana estaba con los qurayshíes como si hubiese pasado la noche allí. Estaba atento a todo complot que fraguaran y por la noche iba a informarles.
Ámir bin Fuhayra, esclavo liberto de Abu Bakr, solía pastorear hacia ellos las ovejas lecheras, para que descansen donde ellos estaban por la noche y así podían disponer de leche fresca por la noche y de la leche que calentaban con piedras calientes. Ámir bin Fuhayra se llevaba, entonces, las ovejas antes de que amanezca; así lo hizo cada una de las tres noches.
El Mensajero de Dios ﷺ y Abu Bakr contrataron un experto guía de Banu Al-Dayl, que era del clan Banu ‘Abd bin ‘Adí y estaba en alianza con la familia de Al-Ás bin Wáel Al-Sahmi y estaba en la religión de los incrédulos. El Profeta ﷺ y Abu Bakr confiaron en él y le habían entregado sus dos camellas para que las traiga de vuelta tres noches después.
Así pues; él volvió al amanecer de la tercera noche y partieron acompañados de Ámir bin Fuhayra y el guía, que los llevó por el camino de la costa’. Suráqa bin Málik bin Yúshum Al-Mudliyi dijo:
‘Nos llegaron mensajeros de los incrédulos de Quraysh ofreciendo como recompensa por el Mensajero de Dios ﷺ y por Abu Bakr una cantidad igual a su indemnización (diyya, en caso de muerte: 100 Camellos) para quien los capture o los mate.
Mientras yo estaba sentado en una reunión con la gente de mi tribu, Banu Mudliÿ, llegó un hombre de ellos y se quedó parado donde estabamos sentados.
Dijo: ‘¡Suráqa! He visto gente por la costa; creo que se trata de Muhammad y sus sahabas’. Yo supe que eran ellos y le dije:
‘No son ellos; tú has visto a Fulano y fulano que partieron ante nuestros ojos’ y me quedé un tiempo más sentado. Luego me levanté y entré (a mi casa); ordené a mi sierva que salga con mi caballo hasta detrás de unas colinas y me lo tenga allí.
Tomé mi lanza y salí por la puerta trasera de la casa arrastrando el cabo de la lanza y llevando la punta a baja altura (para que no puedan seguirme por su brillo y tenga que compartir la recompensa).
Luego llegué hasta mi caballo, lo monté y lo hice galopar hasta llegar donde ellos estaban. Pero mi caballo se desbocó y me hizo caer. Me levanté y saqué flechas de mi carcaj para ver el oráculo con ellas (costumbre árabe de adivinación).
¿Los heriría o no? Y me salió algo que me desagradó (que no). Así que monté mi caballo y me lancé al galope desobedeciendo a las flechas.
Cuando me acerqué a ellos oí la recitación del Mensajero de Dios ﷺ que recitaba sin mirarme mientras Abu Bakr volcaba constantemente para mirarme. De pronto; las patas delanteras de mi caballo se doblaron hasta que sus rodillas cayeron a tierra y yo volví a caer.
Lo fustigué para que se levante y se incorporó, pero casi no logra enderezar sus patas; cuando finalmente las enderezó, sus patas habían levantado una nube de polvo que se elevaba como humo. Volví a consultar el oráculo de las flechas y me salió lo que no deseaba, así que los llamé; les garanticé que no los dañaría y ellos se detuvieron.
Cabalgué hasta alcanzarlos y sentí dentro de mí que el Mensajero de Dios ﷺ y su religión saldrían triunfantes. Le dije: ‘Tu gente ha puesto una recompensa igual a tu diyya por tu captura’ y le informé de lo que la gente les quería hacer. Les ofrecí provisiones y pertrechos pero no las aceptaron ni me pidieron nada, excepto que me dijo (el Profeta ﷺ):
«No digas a nadie que nos has visto». Entonces le pedí que me escriba un documento de paz y él ordenó a ‘Âmir bin Fuhayra, quien me lo escribió en un parche de cuero. Después partieron’.
(‘Urwa bin Al-Zubayr relató:) (El Profeta ﷺ) encontró a Al-Zubayr en una caravana de comerciantes musulmanes que volvían de Shâm. Al-Zubayr proporcionó al Mensajero de Dios ﷺ y a Abu Bakr ropas blancas para vestir. Los musulmanes de Medina habían oído la noticia de la partida del Mensajero de Dios ﷺ de La Meca; todas las mañanas iban a las montañas volcánicas (a esperar) hasta que los devolvía el calor del mediodía.
Un día, después de esperar por mucho tiempo, cuando ya habían vuelto a sus casas, un judío que había subido a una de sus torres fortificadas, para ver algo, vio al Mensajero de Dios ﷺ y sus compañeros vistiendo ropajes blancos y emergiendo entre los espejismos.
El judío no pudo evitar gritar a viva voz: ‘¡Oíd árabes! ¡Aquí está vuestro gran hombre que esperáis!’ Los musulmanes tomaron sus armas y salieron con prisa; encontraron al Mensajero de Dios ﷺ detrás de Al-Harra (formaciones volcánicas) y él se desvió con ellos hacia la derecha y descendió con ellos en las casas de los Banu Amr bin Awf.
Esto fue un día martes, doceavo día del mes Rabí’ al Awwal. Abu Bakr se quedó de pie para recibir a la gente (que venía) y el Mensajero de Dios ﷺ se sentó en silencio. La gente de los ansár –los que no habían visto al Mensajero de Dios ﷺ– empezaron a saludar a Abu Bakr.
Cuando el sol alcanzó al Mensajero de Dios ﷺ, Abu Bakr se le acercó para darle sombra con su manto; solo entonces la gente reconoció al Mensajero de Dios ﷺ por esa acción. El Mensajero de Dios ﷺ se quedó un poco más de diez noches entre los Banu Amr bin ‘Awf.
Construyó la mezquita que fue cimentada en la fe. El Mensajero de Dios ﷺ rezó en ella y luego montó su camella; la gente lo seguía caminando hasta que la camella se sentó donde es (hoy) la mezquita del Profeta ﷺ en Medina.
Algunos musulmanes acostumbraban rezar allí a veces; era un espacio para secar dátiles que pertenecía a Suhayl y Sahl, dos muchachos huérfanos que estaban bajo la custodia de As‘ad bin Zurára.
El Mensajero de Dios ﷺ dijo, cuando su camella se sentó: «Este será, si Dios quiere, nuestro lugar de llegada» y luego llamó a los dos muchachos para que acuerden un precio por el solar, que sería de ahí en adelante una mezquita. Ellos dijeron: ‘Mas bien te lo regalamos Mensajero de Dios’.
El Mensajero de Dios ﷺ se negó a recibirlo como regalo hasta que finalmente se los compró. Después construyó allí la mezquita. El Mensajero de Dios ﷺ cargaba con ellos los adobes para la construcción y decía, mientas cargaba los adobes:
«Esta carga es mejor que las cargas de (¿dátiles?) de Jaybar, pues es más piadosa para Dios, más pura y mejor recompensada».
También decía: «¡Oh Dios! La recompensa verdadera es la de la otra vida; ten misericordia, pues, con los ansár (los habitantes de la Medina) y los muháyirún(Los emigrantes de La Meca)».
عن عائشة رضي الله عنها قالت:
لم أعقل أبوي قط إلا وهما يدينان الدين ، ولم يمر علينا يوم إلا أتينا فيه رسول الله صلى الله عليه وسلم طرفي النهار بكرة وعشية ،
فلما ابتلي المسلمون ، خرج أبو بكر مهاجرا نحو أرض الحبشة حتى إذا بلغ برك الغماد لقيه ابن الدغنة وهو سيد القارة قال : أين تريد يا أبا بكر ؟ قال أبو بكر : أخرجني قومي ، فأريد أن أسيح في الأرض ، وأعبد ربي ،
قال ابن الدغنة : فإن مثلك – يا أبا بكر – لا يخرج ، ولا يخرج ، أنت تكسب المعدم ، وتصل الرحم ، وتحمل الكل ، وتقري الضيف ، وتعين على نوائب الحق ، فأنا لك جار .
ارجع واعبد ربك ببلدك ، فرجع ، وارتحل معه ابن الدغنة ، فطاف ابن الدغنة عشية في أشراف قريش ، فقال لهم : إن أبا بكر لا يخرج مثله ، ولا يخرج ، أتخرجون رجلا يكسب المعدم ، ويصل الرحم ، ويحمل الكل ، ويقري الضيف ، ويعين على نوائب الحق .
فلم تكذب قريش بجوار ابن الدغنة ، وقالوا لابن الدغنة : مر أبا بكر ، فليعبد ربه في داره ، فليصل فيها ، وليقرأ ما شاء ، ولا يؤذينا بذلك ، ولا يستعلن به ، فإنا نخشى أن يفتن نساءنا وأبناءنا .
فقال ذلك ابن الدغنة لأبي بكر ، فلبث أبو بكر بذلك يعبد ربه في داره ، ولا يستعلن بصلاته ، ولا يقرأ في غير داره ، ثم بدا لأبي بكر ، فابتنى مسجدا بفناء داره ، وكان يصلي فيه ، ويقرأ القرآن ، فيتقذف عليه نساء المشركين وأبناؤهم يعجبون منه ، وينظرون إليه ،
وكان أبو بكر رجلا بكاء لا يملك عينيه إذا قرأ القرآن ، وأفزع ذلك أشراف قريش من المشركين ، فأرسلوا إلى ابن الدغنة ، فقدم عليهم ،
فقالوا : إنا أجرنا أبا بكر بجوارك على أن يعبد ربه في داره ، فقد جاوز ذلك فابتنى مسجدا بفناء داره ، فأعلن الصلاة والقراءة فيه ، وإنا قد خشينا أن يفتن نساءنا وأبناءنا ، فانهه ، فإن أحب أن يقتصر على أن يعبد ربه في داره ، فعل ، وإن أبى إلا أن يعلن بذلك ، فسله أن يرد إليك ذمتك ، فإنا قد كرهنا أن نخفرك ، ولسنا مقرين لأبي بكر الاستعلان .
قالت عائشة : فأتى ابن الدغنة إلى أبي بكر ، فقال : قد علمت الذي عاقدت لك عليه ، فإما أن تقتصر على ذلك ، وإما أن ترجع إلي ذمتي ،
فإني لا أحب أن تسمع العرب أني أخفرت في رجل عقدت له ، فقال أبو بكر : فإني أرد إليك جوارك ، وأرضى بجوار الله ، والنبي صلى الله عليه وسلم يومئذ بمكة ،
فقال النبي صلى الله عليه وسلم للمسلمين : إني أريت دار هجرتكم ذات نخل بين لابتين ، وهي الحرتان ، فهاجر من هاجر قبل المدينة ، ورجع عامة من كان هاجر بأرض الحبشة إلى المدينة ، وتجهز أبو بكر قبل المدينة ،
فقال له رسول الله صلى الله عليه وسلم : على رسلك ، فإني أرجو أن يؤذن لي . فقال أبو بكر : وهل ترجو ذلك بأبي أنت ؟
قال : نعم فحبس أبو بكر نفسه على رسول الله صلى الله عليه وسلم ليصحبه ، وعلق راحلتين كانتا عند ورق السمر – وهو الخبط – أربعة أشهر .
قال ابن شهاب : قال عروة : قالت عائشة : فبينما نحن يوما جلوس في بيت أبي بكر في نحر الظهيرة ، قال قائل لأبي بكر : هذا رسول الله صلى الله عليه وسلم متقنعا في ساعة لم يكن يأتينا فيها ، فقال أبو بكر : فدى له أبي وأمي ، والله ما جاء به في هذه الساعة إلا أمر ،
قالت فجاء رسول الله صلى الله عليه وسلم ، واستأذن ، فأذن له ، فدخل ، فقال النبي صلى الله عليه وسلم لأبي بكر : أخرج من عندك . فقال أبوبكر : إنما هم أهلك بأبي أنت يا رسول الله ، قال : فإني قد أذن لي في الخروج . قال أبو بكر : الصحبة بأبي أنت يا رسول الله قال رسول الله صلى الله عليه وسلم : نعم ،
قال أبو بكر : فخذ بأبي أنت يا رسول الله إحدى راحلتي هاتين : قال رسول الله صلى الله عليه وسلم : بالثمن . قالت عائشة : فجهزناهما أحث الجهاز ، وصنعنا لهما سفرة في جراب ، فقطعت أسماء بنت أبي بكر قطعة من نطاقها ، فربطت به على فم الجراب ، فبذلك سميت ذات النطاقين ،
قالت : ثم لحق رسول الله صلى الله عليه وسلم وأبو بكر بغار في جبل ثور ، فمكثا فيه ثلاث ليال ، يبيت عندهما عبد الله بن أبي بكر ، وهو غلام شاب ثقف لقن ، فيدلج من عندهما بسحر ، فيصبح مع قريش بمكة كبائت ، فلا يسمع أمرا يكتادان به إلا وعاه حتى يأتيهما بخبر ذلك حين يختلط الظلام ،
ويرعى عليهما عامر بن فهيرة مولى أبي بكر منحة من غنم ، فيريحها عليهما حين يذهب ساعة من العشاء ، فيبيتان في رسل ، وهو لبن منحتهما ورضيفهما حتى ينعق بهما عامر بن فهيرة بغلس يفعل ذلك في كل ليلة من تلك الليالي الثلاثة ،
واستأجر رسول الله صلى الله عليه وسلم وأبو بكر رجلا من بني الديل وهو من بني عبد بن عدي هاديا خريتا – والخريت : الماهر بالهداية – قد غمس حلفا في آل العاص بن وائل السهمي ، وهو على دين كفار قريش فأمناه ، فدفعا إليه راحلتيهما ، وواعداه غار ثور بعد ثلاث ليال براحلتيهما صبح ثلاث ،
فانطلق معهما عامر بن فهيرة والدليل ، فأخذ بهم طريق الساحل . قال ابن شهاب : وأخبرني عبد الرحمن بن مالك المدلجي وهو ابن أخي سراقة بن مالك بن جعشم يقول : جاءنا رسل كفار قريش يجعلون في رسول الله صلى الله عليه وسلم وأبي بكر دية كل واحد منهما لمن قتله أو أسره ،
فبينما أنا جالس في مجلس من مجالس قومي بني مدلج ، أقبل رجل منهم حتى قام علينا ، ونحن جلوس فقال : يا سراقة إني قد رأيت آنفا أسودة بالساحل أراها محمدا وأصحابه . قال سراقة : فعرفت أنهم هم ، فقلت له : إنهم ليسوا بهم ، ولكنك رأيت فلانا وفلانا انطلقوا بأعيننا،
ثم لبثت في المجلس ساعة ، ثم قمت ، فدخلت فأمرت جاريتي أن تخرج بفرسي وهي من وراء أكمة ، فتحبسها علي ، وأخذت رمحي ، فخرجت به من ظهر البيت ، فخططت بزجه الأرض وخفضت عاليه حتى أتيت فرسي فركبتها ، فدفعتها تقرب بي حتى دنوت منهم ، فعثرت بي فرسي ، فخررت عنها ،
فقمت فأهويت يدي إلى كنانتي ، فاستخرجت منها الأزلام ، فاستقسمت بها أضرهم أم لا ، فخرج الذي أكره ، فركبت فرسي ، وعصيت الأزلام تقرب بي حتى إذا سمعت قراءة رسول الله صلى الله عليه وسلم ، وهو لا يلتفت ، وأبو بكر يكثر الالتفات ، ساخت يدا فرسي في الأرض حتى بلغتا الركبتين ، فخررت عنها ، ثم زجرتها ، فنهضت ،
فلم تكد تخرج يديها ، فلما استوت قائمة إذا لأثر يديها غبار ساطع في السماء مثل الدخان ، فاستقسمت بالأزلام ، فخرج الذي أكره ، فناديتهم بالأمان ، فوقفوا فركبت فرسي حتى جئتهم ، ووقع في نفسي حين لقيت ما لقيت من الحبس عنهم أن سيظهر أمر رسول الله صلى الله عليه وسلم ،
فقلت له : إن قومك قد جعلوا فيك الدية ، وأخبرتهم أخبار ما يريد الناس بهم ، وعرضت عليهم الزاد والمتاع ، فلم يرزآني ، ولم يسألاني إلا أن قال : أخف عنا . فسألته أن يكتب لي كتاب أمن ، فأمر عامر بن فهيرة ، فكتب في رقعة من أدم ، ثم مضى رسول الله صلى الله عليه وسلم .
قال ابن شهاب : فأخبرني عروة بن الزبير أن رسول الله صلى الله عليه وسلم لقي الزبير في ركب من المسلمين كانوا تجارا قافلين من الشام ، فكسا الزبير رسول الله صلى الله عليه وسلم وأبا بكر ثياب بياض ، ويسمع المسلمون بالمدينة مخرج رسول الله صلى الله عليه وسلم من مكة ، فكانوا يغدون كل غداة إلى الحرة ، فينتظرونه حتى يردهم حر الظهيرة ، فانطلقوا أيضا بعد ما أطالوا انتظارهم ،
فلما أووا إلى بيوتهم ، أوفى رجل من اليهود على أطم من آطامهم لأمر ينظر إليه ، فبصر برسول الله صلى الله عليه وسلم وأصحابه مبيضين ، يزول بهم السراب ، فلم يملك اليهودي ، أن قال بأعلى صوته : يا معشر العرب هذا جدكم الذي تنتظرون .
فثار المسلمون إلى السلاح ، فتلقوا رسول الله صلى الله عليه وسلم بظهر الحرة ، فعدل بهم ذات اليمين حتى نزل بهم في بني عمرو بن عوف ، وذلك يوم الاثنين من شهر ربيع الأول ،
فقام أبو بكر للناس ، وجلس رسول الله صلى الله عليه وسلم صامتا ، فطفق من جاء من الأنصار ممن لم ير رسول الله صلى الله عليه وسلم يحيي أبا بكر حتى أصابت الشمس رسول الله صلى الله عليه وسلم ، فأقبل أبو بكر حتى ظلل عليه بردائه ، فعرف الناس رسول الله صلى الله عليه وسلم عند ذلك ،
فلبث رسول الله صلى الله عليه وسلم في بني عمرو بن عوف بضع عشرة ليلة ، وأسس المسجد الذي أسس على التقوى ، وصلى فيه رسول الله صلى الله عليه وسلم ، ثم ركب راحلته ، فسار يمشي معه الناس حتى بركت عند مسجد الرسول صلى الله عليه وسلم بالمدينة ، وهو يصلي فيه يومئذ رجال من المسلمين ، وكان مربدا للتمر لسهيل وسهل غلامين يتيمين في حجر سعد بن زرارة ، فقال رسول الله صلى الله عليه وسلم حين بركت به راحلته : هذا – إن شاء الله – المنزل .
ثم دعا رسول الله صلى الله عليه وسلم الغلامين ، فساومهما بالمربد ، ليتخذه مسجدا ، فقالا : بل نهبه لك يا رسول الله ، ثم بناه مسجدا وطفق رسول الله صلى الله عليه وسلم ينقل معهم اللبن في بنيانه ، ويقول وهو ينقل اللبن : هذا الحمال لا حمال خيبر*هذا أبر ربنا وأطهر .
ويقول : اللهم إن الأجر أجر الآخرة*فارحم الأنصار والمهاجرة . فتمثل ببيت رجل من المسلمين لم يسم لي . قال ابن شهاب : ولم يبلغنا في الأحاديث أن رسول الله صلى الله عليه وسلم تمثل ببيت شعر تام غير هذه الأبيات